Ya hace años que empecé a tratar problemas de conducta de perros: agresividad,miedos,destructividad,trastornos compulsivos,ansiedad por separación,etc.

Muy pronto me di cuenta de que no se podría solucionar ningún problema sin tratar el origen y la base de éste.

Hay un común denominador en todos estos perros: desequilibrio.

En muchos casos son perros muy excitados y nerviosos con una mínima capacidad para gestionar situaciones de una manera racional.

Los compañeros humanos (familias) de los perros debemos comprender que lo primero que tenemos que hacer para solucionar cualquier problema, será conseguir tener un perro equilibrado,estable y tranquilo.

Nuestros perros nos tienen que ver como un referente,un guía,un amigo y nunca como un tirano, y para ello tenemos que aprender a comunicarnos y a entendernos.

Os puedo asegurar que los perros dedican mucho parte de su tiempo intentando entendernos a nosotros .¿Cuánto tiempo dedicamos nosotros? No me refiero ni siquiera a educarles, solamente a comunicarnos.

La guía básica para conseguir el equilibrio y la estabilidad son:

– Buena rutina de paseos.

– Paseos largos ricos en estímulos sin tensión en la correa.

– Juegos de concentración y estabilidad.

– Estimulación mental: Juguetes interactivos, trabajo de olfato,obediencia.

– Aprender a estar sólo.

– Relacionarse con otros perros.

– Positivizarnos a nosotros,a la calle,perros,gente,etc.

– Ejercicio físico controlado: nadar,bicicleta,correr.

Muchas veces hablo con personas que están convencidas de que llevar todos los días a su perro al mismo parque para que juegue con sus «amiguetes», o que tener una parcela grande donde «entretenerse» es suficiente para sus perros.
En la mayoría de los casos un perro que anticipa una situación excitante, saldrá de casa nervioso y excitado. Solamente querrá tirar de la correa para llegar lo antes posible al parque y mucho antes de que se pueda tranquilizar, se le suelta de la correa (liberación de su propietario) iniciando un juego casi siempre inadecuado. Algunas veces se combina con unos cuantos minutos de perseguir una pelota. Una vez terminado esto, si son capaces de atarles, se lo llevan con un nivel de estrés muy alto y cuando llegan a casa se preguntan. ¿He estado una hora en la calle y no sé por qué viene más nervioso que cuando salí?

Si aprendemos a interactuar con nuestros perros en la calle nos daremos cuenta de cuáles son sus necesidades reales.

A continuación expongo una lista de auto-prohibiciones que nos debiéramos hacer todos:

  • No gritarles.
  • No castigar algo que no comprendan.
  • No utilizar el teléfono mientras paseamos con ellos.
  • No pasear siempre por los mismos sitios.
  • No transmitirles miedos y frustraciones.
  • No sobreexcitar.
  • No realizar juegos de guerra, ni jugar a perseguirles.

Una vez que nosotros cambiemos la manera de tratarles, ellos empezarán a cambiar y será el momento en el que podamos solucionar cualquier problema de conducta de nuestros perros. Yo, aún no he encontrado la «varita mágica» que solucione los problemas, pero mientras tanto el único camino que conozco pasa por el esfuerzo,dedicación,trabajo,paciencia.

Cambiar el «chip» es necesario. Nuestros perros no necesitan «líderes de manada» con un periódico en la mano,sino un compañero de viaje que le explique cómo pueden llegar a ser felices en este mundo en el que le hemos metido.

Pedro Bautista Nuño

Director técnico del Club Canino Baucan