Cómo conseguir tener una relación natural entre perros y niños?

Cuando tenemos niños en casa, o en la familia, a los que vemos con cierta regularidad, y convivimos con un perro, nos gustaría que ellos tuvieran una buena relación, que se lleven genial y que sean compañeros de juego, pero debemos tener presente que no todos los perros, ni todos los niños tienen la misma personalidad. Nuestro objetivo debiera ser conseguir una buena relación entre ellos, basada en el respeto y la seguridad de ambos, sin forzar.

Se sabe que para los adultos es muy beneficioso compartir la vida con un perro, reduce el estrés, salimos más a la calle y hacemos ejercicio… Con los niños estos beneficios se multiplican.

 

BENEFICIOS DE LA CONVIVENCIA ENTRE PERRO Y NIÑOS:

1. Responsabilidad, autoestima y autonomía: cuidar del bienestar de otro ser vivo es una gran responsabilidad: salir a pasear, bañarle, darle de comer, jugar, descansar… Es conveniente adaptar estas tareas a la edad del niño para que pueda realizarlas de forma satisfactoria. Sí recomendamos que se realice bajo la supervisión de un adulto responsable.

2. Menos enfermedades: un estudio de la universidad de Kuopio en 2012 determinó que los niños que conviven con perros tienen un 30% menos infecciones respiratorias como tos, rinitis y fiebre, así como un 50% menos infecciones del oído.

3. Vínculo basado en el respeto: a través del juego pueden fortalecer su relación y ser grandes amigos. Recomendamos que en las interacciones esté presente siempre un adulto responsable para valorar.

4. Ayuda al desarrollo psicomotor del niño, ya que su motivación hará desplazarse para estar con él.

5. Educación en valores:
– Desarrollo de la inteligencia emocional
– Respeto por la vida, la naturaleza, los seres vivos.
– Empatía: comprender a los demás y sus necesidades desde la perspectiva del otro

 

niño y perro jugando

 

Como ves, los beneficios, aunque sólo hemos tratado algunos, favorecen tanto áreas físicas, psíquicas, emocionales y sociales del niño.

En el Club canino Baucan, cada año recibimos más de 20 llamadas para trabajar la relación con niños y perros. ¿Sabías que el 75% de las agresiones de perros a niños se produce en el ámbito familiar o con perros conocidos? Parece increíble pero demasiada interacción y poca comunicación hace que surjan los problemas de relación, estropeándose el vínculo.

Muchas familias deciden compartir su vida con un perro e idealizan la relación entre niños y perros. Tras unos meses de convivencia, el perro muerde al niño. Nos disgustamos, nos enfadamos y culpabilizamos al perro, y cuesta volver a retomar la confianza en él, en ocasiones, incluso, al perro se le busca un nuevo hogar o se le abandona. En casos mas extremos, si ya ha habido una agresión grave o se han sucedido agresiones de forma repetida, el perro es eutanasiado/sacrificado.

Para no llegar a estas situaciones, lo mejor siempre es la PREVENCIÓN.

Recibimos decenas de casos al año que comienzan con esta frase: “Esperé a ver si se le pasaba”
Esperar a “ver si se pasa” no es una solución y, probablemente, no se pasará, incluso empeorará.

La prevención y el conocimiento es de vital importancia para evitar:

-Una relación basada en la excitación, que puede implicar desde caídas, ladridos excesivos, perseguir al niño, etc.

-Miedo o inseguridad: el perro no quiere estar con el niño porque percibe en él una amenaza.

-Agresividad: ataques hacia el niño pudiendo causarle heridas.

 

 

Niño da premio a perro

 

TIPS PARA QUE NIÑOS Y PERROS TENGAN UNA RELACIÓN NATURAL Y SANA DESDE EL PRINCIPIO:

1. Conoce a tu perro y sus necesidades: muchos problemas de comportamiento surgen porque estas necesidades no están cubiertas. Cada raza y cada individuo es diferente y debemos adaptarnos a cada perro y familia.
Es importante tener CONCIENCIA sobre qué es un perro, y saber que todos los perros pueden morder, independientemente de su raza o su edad. Hay muchas circunstancias o situaciones que pueden desencadenar que un perro muerda, y no por esto es un perro peligroso o agresivo.

2. Supervisa SIEMPRE las interacciones entre niños y perros, independientemente de la confianza que tengamos en nuestro perro. El 90% de los casos que recibimos sobre agresiones de perros a niños ha ocurrido sin supervisión de un adulto.

3. Prepara un entorno adecuado y de calma para ambos, estate presente, observa sus interacciones e intervén cuando observes las primeras señales de incomodidad.

4. Establece límites para ambos: la base es el respeto mutuo. Hay personas que piensan que un “buen” perro es aquel que le “aguanta” todo al niño. Nada mas lejos de la realidad. Los perros deben saber que con los niños hay límites, y es nuestro deber enseñar a los niños la forma correcta de tratar al perro, qué cosas puede hacer con él y cuales no. Tenemos que entender y educar al niño de la manera que entienda, que un perro puede ser un compañero de juego, como mencionamos anteriormente esto puede depender de la personalidad del perro y del niño, pero NUNCA un JUGUETE.

No es apropiado que el perro invada al niño si no está cómodo, se le tumbe encima, le coja sus juguetes… Del mismo modo no debemos permitir que el niño se tumbe encima del perro, le meta un dedo en el ojo, o le manipule bruscamente.

5. Evita situaciones mal llamadas “graciosas”, donde el niño sobrepase los límites marcados hacia el perro.
A menudo podemos ver en redes sociales, o diferentes sitios, niños que interactúan con perros agarrándole de la cola o de las orejas, abalanzándose encima, mordiendo el niño al perro, manipulando al perro como si fuera un juguete….Hay a gente que esto le resulta divertido, pero para el perro no lo es.

6. Establece una zona de descanso: tener un lugar donde el perro y el niño sepan que allí van a estar tranquilos si necesitan descansar de las interacciones o estar separados. Mientras el perro descansa no se le debe molestar. Si está dormido y el niño se le acerca y le asusta o se siente acorralado, puede reaccionar e intentará echarle.

7. Enseña al niño a respetar el momento en que el perro está comiendo.

8. Observa y conoce el lenguaje corporal de tu perro. Observar el lenguaje corporal de nuestro perro es beneficioso siempre, pero cuando hay una interacción entre el niño y el perro es importante que pongamos especial atención. Con su lenguaje corporal nuestro perro nos va a indicar si se encuentra cómodo, si está agobiado, si le molesta algo, etc.

A veces escuchamos frases como “el perro estaba tan tranquilo, y de repente, le mordió”. No es habitual que el perro actúe de esta manera. Lo mas probable es que el perro haya estado emitiendo “señales” y nos haya intentado transmitir su incomodidad, pero puede que no nos hayamos dado cuenta.

Es importarte prestar atención a lo que hemos visto para tener una buena relación entre niños y perros que conviven, pero también es importante tener en cuenta algunos consejos, aunque no exista esta convivencia de manera habitual (perros de amigos, familiares, que podamos ver en la calle)

 

 

4 CONSEJOS PARA QUE LOS NIÑOS “SALUDEN” A LOS PERROS

1. Observación: ésta es la clave principal. Observa cómo se siente el perro desde la distancia y según se acerca el niño. Si muestra inseguridad o miedo, respeta su espacio. Es probable que si le dejas tiempo, él se acerque al niño.

2. Saludo: muchas veces entendemos que “saludar” implica cercanía y contacto físico. Oler desde la distancia, oler la mano o la ropa, el perro ya está saludando.

3. Contacto físico: si el perro lo demanda, el niño puede acariciarle, preferiblemente por el pecho, el lomo… Evita tocarle la cabeza, puede sentirse agredido. Observa el estado emocional del perro y si se encuentra a gusto.

4. Respetar sus decisiones: si el perro decide marcharse, no le retengas. Permite que se vaya si ya no quiere más o está incómodo.

Cada perro es único y tienen necesidades diferentes. Por este motivo, observa cada interacción adapta el saludo a cada perro.

Del mismo modo que respetamos al perro, no dejes que tu perro se acerque a un niño que no quiera estar cerca del perro, por el motivo que sea.

Compartir la vida con perros y niños puede ser algo maravilloso, para el perro, para el niño y para ti, pero también se puede convertir en motivo de sufrimiento.

 

RECUERDA: Supervisión y prevención será fundamental si quieres conseguir una relación natural entre niños y perros.
No tienes por qué andar este camino “solo”, si tienes dudas o dificultades, pide ayuda a un profesional.

 

Niños y perros, infografia

Infografía para los niños

 

Para saber más:

Master class online: Niños y perros, una relación natural.

Taller presesencial: Bebés, niños y perros.

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